Comarca Ngäbe-Bugle
Catholic Mission of Soloy ............. Misión Católica de Soloy
Living out our faith in Christ from the perspective of the richness of our Ngäbe culture has become a central thrust in evangelization as we celebrate the faith of our ancestors brought to fulfillment in the revelation of Jesus........................ Vivir nuestra fe en Cristo desde la perspectiva de la riqueza de nuestra cultura Ngäbe ha convertido en un eje central en la evangelización en que celebramos la fe de nuestros antepasados, llevado a plenitud en la revelación de Jesús.
martes, 6 de noviembre de 2012
“Para que lo cultivara y lo cuidara” (Génesis 2,15)
Comarca Ngäbe-Bugle
lunes, 5 de diciembre de 2011
Semillas de Esperanza (Seeds of Hope)
program in 2011 that we look forward to the Semillas de Esperanza
Program of the Soloy Ngóbe Catholic Mission in 2012.
The Semillas de Esperanza groups work together to build a better future for their families. Central to the program is the agricultural project that involves formation gatherings, group work, family seed loans, animal breeding, tool sharing and “village sample farms”. Through a synthesis of traditional indigenous ngóbe practice and the best practices of organic methods today, we are developing a new model of “Alternative Ngóbe Agriculture”!
In 2011 we have seen very significant improvement in crop quality and quantity.
The organic methods are taking hold and the participants are very excited to begin the next crop cycle in 2012.
Additional projects such as latrines, rain water harvest systems, mud stoves and reforestation help the participants combat the conditions of extreme poverty, malnutrition and constant sickness in which the families live.
In 2012 we hope to raise enough funds to test economical SOLAR LIGHT KITS in one the villages, which will open great new opportunities. All of our villages are off the electric grid. Candles and gas lamps are dangerous and battery lighting is expensive. We have tested an affordable light kit (under $100.00) in our chapels throughout 2011. The kit includes the solar panel, cables and lighting with integrated battery.
The road is not always easy and there is a lot of work to be done. But we step forward with faith in what is possible when we put our lives in God´s care and our hands to the soil.
Click here to DONATE to Semillas de Esperanza
Help make 2012 a year of hope for the Ngóbe!
Semillas de Esperanza (Seeds of Hope) is a program of the Ngöbe Catholic Mission of Soloy that attempts to promote the full human dignity of the participants through processes of active participation. Holding cultural identity at the heart of development, celebrating Ngöbe traditions and values, as well as evaluating the best that new technologies can offer, Semillas de Esperanza intends to uphold the human centered development that Catholic Social Teaching promotes.
We are very thankful for all of the prayers and support that this program has received.
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sábado, 12 de noviembre de 2011
XXXIII Emangbunabri Comunicado
TENGAN VIDA EN ABUNDANCIA (Juan 10:10)
Comunicado del 23 Encuentro de Misioneros de las áreas ngäbe, buglé, naso y bri bri
En nombre de Ngöbö, en nombre de Chube, en nombre de Sbo, en nombre de Sibu, en nombre del único Dios, Madre y Padre de todos los pueblos, a quien hemos conocido en Jesucristo, nos reunimos en Buenos Aires, Ñürün, Comarca Ngäbe-Buglé (del 24 al 27 de octubre), representantes de diferentes lugares en donde la Iglesia Católica trata de servir y estar presente en medio de los pueblos ngäbe, buglé, naso y bri bri: desde Bonyik hasta Santa Catalina, desde Sirichodi (Alto Ortiga) hasta Soloy, el Señor Jesús nos ha congregado para compartir experiencias y profundizar nuestros compromisos. Continuamos con nuestro Encuentro una “tradición” que empezó hace 31 años.
¡Vean los signos de los tiempos!
Hemos comenzado tratando de comprender cuáles son las señales que nos indican qué está sucediendo en nuestros lugares y en nuestro país. Nos escandaliza el hecho de que luego de catorce años de tener la ley de la Comarca, apenas estamos organizándonos para responder a los grandes retos que tenemos. No sólo es culpa del pueblo o sus dirigentes, es también culpa de aquellos que no quieren que haya Comarcas y tratan de destruirlas.
Duele nuestro corazón al ver la situación de mala salud, desnutrición de los niños, educación formal de mala calidad, inseguridad alimentaria que vivimos en la comarca y fuera de ella. Por ejemplo, en educación formal tenemos 555 centros en la Comarca Ngäbe-Buglé y hay 46 estudiantes por docente, según datos oficiales. O bien, hay lugares con hidroeléctricas y la gente del lugar no tiene luz.
Nos preocupa muchísimo que luego de jornadas intensas de lucha con consecuencias de heridos, calumniados y muchas promesas, ahora se quiere ignorar todo eso y se habla de un nuevo Código Minero que no toma en cuenta –nuevamente- las aspiraciones de los pueblos originarios: lo importante es la vida de la gente no las inversiones económicas en minas e hidroeléctricas. Es importante tener en cuenta que la “huella ecológica” que dejamos nosotros y sobre todo los proyectos inmensos que nos han invadido y los que quieren venir, tendrán consecuencias de vida o muerte.
Observamos con tristeza que muchas iniciativas estatales están decididas desde “afuera”, con gran ignorancia de la situación, sin consulta, con desprecio de la gente. Obras sobrevaloradas, promesas incumplidas, presiones politiqueras, demoras burocráticas, etc, son “dolores de cabeza” que tenemos que sufrir y que debemos denunciar. Por eso creemos que en todo esto es vital que se consulte al pueblo afectado.
Vemos con dolor que los hermanos naso aún no tienen un territorio seguro que les garantice la poca tierra que les queda de la que habitaron por siglos. De igual manera, los hermanos de Riscó que han sido desalojados de sus lugares por causa de una gran represa, están a la espera de una respuesta justa.
En lo pequeño está la fuerza
Vemos con esperanza que hay signos de que lo que dice el Evangelio se está cumpliendo: la fuerza está en los pequeños, en los discriminados. Hay señales de mejor organización, de defensa del territorio, de desarrollo de las culturas, de aprecio y exigencia de la educación bilingüe intercultural, de aumentar el deseo de valorarse más como personas, de reforzar la confianza en nosotros mismos más que en las limosnas que nos vienen de fuera.
Desde nuestras limitaciones, también hemos reflexionado sobre un tema particular y muy importante: La educación intercultural bilingüe. Hemos visto la importancia de tener en cuenta todas las culturas en la construcción de la identidad nacional. Panamá tiene una bendición de Dios y una gran riqueza: es un país pluricultural y multilingüe, reconocido en nuestra Constitución, en las leyes de educación nacional (Ley 47 y Ley 88), las leyes comarcales y reivindicado por las luchas milenarias de los pueblos originarios.
La Educación, para nosotros, comienza en la casa y en la comunidad. Es lo que podemos llamar “educación tradicional”. Esta educación es fundamental para el fortalecimiento de la identidad de cualquier pueblo y más de los indígenas. También existe la “educación no formal” que es la que recibimos a través de múltiples talleres, reuniones, cursos, que se dan a lo largo y ancho de los territorios indígenas. Este tipo de educación nos sirve para desarrollar proyectos, para mejorar nuestra preparación como catequistas, para ayudarnos como comunidades. El tercer tipo de educación es la llamada “formal”, la que recibimos –los que pueden- desde el reconocimiento del Ministerio de Educación y desde las universidades.
La educación tradicional hay que mantenerla, reforzarla, desarrollarla, difundirla porque tiene muchas cosas buenas y fortalece la identidad. La educación no formal hay que recibirla siempre que vaya en bien de la comunidad. La educación formal hay que reformarla porque no toma en cuenta nuestras culturas, tradiciones, idiomas, cosmovisión. Es cierto que existe formalmente la educación intercultural bilingüe pero tiene muchas dificultades para desarrollarse aunque en teoría sea muy buena.
Como Iglesia Católica hemos intentado trabajar lo mejor posible en los tres niveles o tipos de educación. Apoyamos todo lo bueno que hay en la educación tradicional y tratamos de desarrollarlo. Constantemente buscamos mejorar la formación de catequistas y agentes de pastoral. También trabajamos desde la educación formal (Kankintu, Tolé, Llano Ñopo, Buenos Aires y otros) para que ésta sea cada vez de mejor calidad.
Dos mandamientos en uno
Jesús nos dejó muy claro, con sus palabras y sus actitudes, qué es lo fundamental en la vida: el amor a Dios y el amor a los hermanos van unidos. Es más, amando en concreto a los hermanos que más sufren, encontramos a Dios (“lo que hagan a uno de mis hermanos más pequeños, a mí me lo hacen”). Esta es la ley principal del cristiano y deberíamos llevarla a la práctica en nuestros compromisos. También nos inspiran las actitudes de Jesús: por ejemplo, su invitación a la compasión y la misericordia (Lucas 6:36; 10:30-36; 15:11-32). Todo esto nos lleva a afirmar que la vida del pueblo y su bienestar tiene que ser nuestra principal línea de acción.
Señor: ¡Enséñanos a caminar!
En base a todo lo que hemos reflexionado, nos hemos puesto de acuerdo en algunos compromisos, confiados en que tenemos la fuerza de Jesús para llevarlos adelante:
Como pueblo:
· 1. Promover la educación tradicional (idioma, medicina, tradiciones, arte, comida, etc), dentro y fuera de la Comarca, desde la familia, en las celebraciones religiosas, en los talleres de formación, en las escuelas, en los eventos del pueblo. Ser creativos en esto.
· 2. Conocer, preservar y desarrollar la cultura que ayuda y fortalece la identidad del pueblo.
· 3. Enseñar a preservar, cuidar y mejorar el ambiente.
· 4. Contactar con las autoridades tradicionales para que promuevan la Educación Intercultural Bilingüe y participen en nuestros encuentros.
Como Iglesia:
· 1. Dar seguimiento y apoyo a los grupos organizados y al pueblo en sus luchas.
· 2. Elaborar un plan de formación (entre las tres diócesis) para misioneros que trabajan en la Comarca y áreas con fuerte población indígena.
· 3. Sugerir que el Plan de Estudio de IPER (norte de Veraguas) incluya el ngäbere y buglere.
· 4. Aprovechar los medios de comunicación de la Iglesia Católica para difundir la EIB.
· 5. Promover espacios no formales para la enseñanza de la cultura y el idioma.
Ante otros grupos y el Estado:
· 1. Promover encuentros con educadores que trabajan en áreas indígenas. Trabajar con ellos el estudio de la Ley 10.
· 2. Solicitar al Ministerio de Educación el nombramiento de profesionales ngäbe y buglé en las áreas comarcales.
· 3. Exigir, ante las instancias que corresponda, el cumplimiento de la Ley 10 de la Comarca y de la Ley 88 de la EIB.
· 4. Sugerimos que la Comisión de Educación de la Conferencia Episcopal dé curso a estas solicitudes.
¡Ba je Chube ole! ¡Ngöbö riga munben! ¡Dios vaya con ustedes!
Buenos Aires, Ñürün, Comarca Ngäbe-Buglé, 27 de octubre de 2011.
lunes, 21 de febrero de 2011
Carta Abierta de Pastoral Indigena, Panama
Coordinadora Nacional de Pastoral Indígena (CoNaPI)
Conferencia Episcopal Panameña
Panamá, República de Panamá
“Tengan vida en abundancia”
(Juan 10:10)
Carta abierta a los católicos panameños
y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad en nuestro país.
Panamá, 20 de febrero de 2011.
Queridos hermanos y hermanas:
El anhelo más profundo que tenemos los seres humanos es ser felices. Es lo que nos une a todos, sin excepción. Por eso queremos hablarles con el corazón, a católicos y no católicos, a creyentes y no creyentes, a indígenas y no indígenas.
Quienes firmamos esta carta hemos recibido el regalo de Dios de trabajar por y acompañar a los pueblos indígenas en Panamá. Son “minorías”, es cierto, pero enriquecen con sus riquezas la multiculturalidad que conforma nuestro país. Con ellos y por ellos hemos hecho nuestra opción y desde ella, hablamos.
Durante años de convivencia y de escucha, hemos aprendido a apreciar, querer, respetar y amar, lo que hoy se conoce como medio ambiente, pero que los pueblos originarios llaman sus tierras, sus bosques, sus ríos. Decía un argar kuna:
“Salvar a la Madre Tierra significa salvarnos como personas, como pueblo… Debemos hacer del dolor de nuestra Madre Tierra, nuestro dolor y nuestra acción” (“Tierra de todos, tierra de paz”, N° 14.7, 1988).
Nuestro destino, no sólo el de los pueblos originarios, está unido y marcado por lo que hagamos o dejemos de hacer con ese medio ambiente.
“Es necesaria una alianza entre el ser humano y el medio ambiente… El desarrollo auténtico e integral tiene su centro en la caridad… La naturaleza es expresión de un proyecto de amor y de verdad… Trabajar en esto es exigencia de justicia y caridad” (Benedicto XVI, Caritas in Veritate, 7, 19, 23, 48, 50).
Desde hace un buen tiempo, hemos sido testigos de la codicia de unos cuantos que no ven en las tierras-ríos-bosques más que un objeto para conseguir dinero. En los territorios habitados ancestralmente por los indígenas y en el resto del país se han construido grandes hidroeléctricas, se han abierto (o se han intentado abrir) minas “a infierno abierto”. Todo esto, más que traernos desarrollo, ya nos está dañando, nos está haciendo sufrir.
Estos proyectos (actuales o futuros) nos están dividiendo, distanciando, haciendo desconfiar profundamente unos de otros, han abierto heridas difíciles de cerrar.
Creemos en el diálogo, pero que sea basado en el respeto, con una verdadera participación, que tenga como base la aceptación de nuestras diferencias culturales, e incluso políticas. Un diálogo que tenga como objetivo fundamental la Vida en abundancia para todos.
Nuestros destinos están unidos inexorablemente, no podemos separarnos en provincias y comarcas, tenemos que trabajar juntos, sin divisiones, aceptando el pluralismo, incluso pidiéndonos perdón, construyendo un mejor país para todos, sin distinción. A esto invitamos a nuestros hermanos y hermanas.
Es importante que atendamos a las actitudes de Jesús: su invitación a la compasión y la misericordia (Lucas 6:36; 10:30-36; 15:11-32); al igual que a sus palabras bien claras sobre las divisiones que hacemos los seres humanos y que no nos permiten ni siquiera ser más humanos (Lucas 16:19-31). Que estas actitudes y palabras sean nuestro norte, nuestra guía.
Ésta es nuestra fe, ésta es nuestra vocación: Estaba sufriendo, hambriento, preso, perseguido… y ustedes me apoyaron, me acompañaron, me defendieron, estuvieron conmigo… (Mateo 25:31-46).
¡Que el Dios que es Padre y Madre de todos los pueblos nos bendiga!
+ Fr. Aníbal Saldaña Santamaría, oar obispo de Bocas del Toro
P. Carlos de la Cruz, osa por diócesis de David
P. Freddy Ramírez B., cmf por diócesis de Colón-Kuna Yala
P. Félix de Lama A., cmf por arquidiócesis de Panamá
P. Niscasio Miranda por diócesis de Santiago
P. José T. González, oar por Prelatura de Bocas del Toro
P. Jorge Sarsaneda, sj secretario
Open Letter from Catholic Indigenous Ministry, Panama
National Coordination of Indigenous Pastoral Ministry (CONAPI)
Panamanian Episcopal Conference
Panama City, Panama
"That you may have life in abundance" (John 10:10)
Open Letter to Panamanian Catholics and all men and women of goodwill in our country.
Panama, February 20, 2011.
Dear Brothers and Sisters
The deepest desire that we possess as human beings is to be happy. It is what unites us all, without exception. So we speak from the heart to all Catholics and non-Catholics, believers and nonbelievers, indigenous and non indigenous.
We who sign this letter have received the incredible gift from our Loving God to serve and accompany the indigenous peoples of Panama. They are "minorities", true, but enriched by their wealth of multiculturalism that makes up our country. With them and for them we have made our option and from there we speak.
During years of living amongst and listening to our indigenous brothers and sister, we have learned to appreciate, love and respect and love what is commonly called “the environment” today – but which original peoples call called their lands, forests, rivers.
An indigenous Kuna said: "To save Mother Earth means to save ourselves as individuals, as people ... We must make the suffering of our Mother Earth, our suffering and our action" ("Land of all, land of peace", No. 14.7, 1988).
Our destination, not only that of indigenous peoples, is united and marked by what we do or fail to do with the environment.
"We need an alliance between humans and the environment ... Authentic and integral development is centered in love ... Nature is an expression of a project of love and truth ... To work on this is a requirement of justice and charity" ( Benedict XVI, Caritas in Veritate, 7, 19, 23, 48, 50).
For a long time, we have witnessed the greed of a few who see in the land, rivers, and forests as little more than objects to make money, market goods. On ancestral territories inhabited by indigenous and in other parts of the country, large hydroelectric dams have been built, open pit mineral mine have been opened (or attempted to be open). All this, in place of bringing true human development, is harming us, causing more human suffering.
These projects (current or future) are divided us, making us deeply distrust one another and have open wounds difficult to close.
We believe in dialogue, but dialogue that is based on respect, with genuine participation, which has as its base the acceptance of our cultural and political differences. A dialogue that has as main objective the abundant life for all (Jn 10:10).
Our destinies are inextricably linked; we cannot separate the provinces and indigenous comarcas. We must work together, without divisions, accepting the reality of pluralism, even asking for forgiveness, building a better country for all without distinction. This is the invitation for all our brothers and sisters.
It is important that we have the attitude of Jesus: his invitation to compassion and mercy (Luke 6:36, 10:30-36, 15:11-32), as well as his very clear words about the divisions that we make as human beings that do not allow us to be more human (Luke 16:19-31). Such attitudes and words are our compass, our guide.
This is our faith, this is our vocation: I was suffering, hungry, imprisoned, persecuted ... and you supported me, accompanied me, defended me, stayed with me ... (Matthew 25:31-46).
May our Loving God who is Father and Mother of all peoples continue to bless us!
+ Bishop Anibal Saldaña Santamaría, OAR -Bishop of Bocas del Toro
Rev. Carlos de la Cruz,osa - David by Diocese
Rev. Freddy Ramirez B., CMF - Diocese of Colón-Kuna Yala
Rev. Felix A. Lama, CMF - Archdiocese of Panama by
Rev. Niscasio - Diocese of Santiago Miranda
Rev. Joseph T. González, OAR - Prelature of Bocas del Toro
Rev. Jorge Sarsanedas, SJ - Secretary of CONAPI
jueves, 10 de febrero de 2011
Press Release of Catholic Indigenous Ministry – Diocese de David, Panama - Concerning the Events February 7, 2011 in San Felix and Vigui
Gathered in Tole, Province of Chiriquí, in our ordinary meeting of the Indigenous Ministry of the Diocese of David, we analyzed the recent developments at the Pan American Highway at the junctions of San Felix and Vigui.
1. On Monday, February 7, 2011, several thousand indigenous Ngóbe came down from the Comarca to protest the Government’s intention to impose open-pit mining projects on Ngóbe lands, as well as other parts of the Country. Those present at the demonstrations (Robert P. Carpenter, Delegates Chito Garcia and Nestor Acosta Vigui, P. Joseph Fitzgerald, Fabio Pinzon and Caribbean Choy San Félix) indicate that the people demonstrated peacefully, speaking beforehand with the authorities about the intentions of the march. However, but there was a time when the riot police made the decision to clear the road and attacked the unsuspecting population with tear gas, rubber bullets and shot guns. In the case of San Felix, the protesters had not even occupied one lane of the Pan American Highway, as was their intention, when they were violently repressed. There was clearly a disproportionate repression of the riot police against the unsuspecting population, resulting in serious incidents of wounded and arrested.
2. The indigenous Ngóbe people, along with any other peoples or social groups, have the right to protest and be heard. Given the confusion and manipulation of information, it is irresponsible and disrespectful to the people Ngóbe for the government to respond to the protests by stating that the protestors are paid or acting under political banners. At the rally were people from all political parties and religious beliefs. The Ngóbe are the protagonists of their struggles, are informed and have made decisions on projects affecting them.
3. We, as Catholic Indigenous Ministry, support the legitimate manifestations of the Ngóbe because:
• Open pit mines in our bio-diverse territory, are NOT a model of development that promotes a healthy relationship between humankind with God's creation. The environmental and social damage these projects cause cannot be mitigates with the false expectations that are promised to the people. The Catholic Church has spoken clearly: "Not every investment is desirable. This is the case of mining ... " (Press the Panamanian Episcopal Conference, 01/13/1911)
• There are no mechanisms of meaningful participation which respect the Ngóbe as protagonists of their own development. The lack of respectful dialogue has resulted in the imposition of false development through state violence. The Ngóbe people are informed of the reality mining, do not agree with these projects and are not convince of the benefits of these projects.
4. As Catholic Indigenous Ministry of the Diocese of David we request that the competent authorities initiate a thorough investigation of the events of February 7, 2011 and support the petition of the leaders of the Comarca Ngóbe-Bugle Comarca which asks the Assembly to withdraw the proposed reform of the Mining Code until there is a genuine dialogue and participation on this sensitive issue. We reiterate our commitment to accompany the indigenous people in their legitimate claims and participate in peaceful demonstrations organized by the indigenous leadership in defense of their rights, their land and their lives.
Jesus the Worker Mission Center, Tole, Province of Chiriquí, Panama
Rev. Carlos De la Cruz (Coordinator) and the Indigenous Mission Teams of the Diocese of David.
miércoles, 9 de febrero de 2011
Comunicado de Pastoral Indigena, Diocesis de David - sobre la represion en contra los ngobes
DIÓCESIS DE DAVID
REUNIÓN DE PASTORAL INDÍGENA
Comunicado sobre los acontecimientos del 7 de febrero de 2011 en San Félix y Viguí
“Oprimir a los débiles es ofender a su Creador” (Prov 14,31)
Reunidos en Tolé, en nuestra reunión ordinaria de la Pastoral Indígena de la Diócesis de David, analizamos los últimos acontecimientos ocurridos ayer lunes 7 de febrero en la Carretera Panamericana a la altura del Cruce de San Félix y de Viguí.
1. Los que estuvieron presentes en las manifestaciones (P. Roberto Carpintero, Delegados Chito Gallardo y Néstor Acosta en Viguí; P. José Fitzgerald, Fabio Pinzón y Choy Caribo en San Félix) señalan que la gente se manifestó de manera pacífica, dialogando primero con las autoridades sobre las intensiones de la marcha, pero que hubo un momento en que los antimotines tomaron la decisión de despejar las vías y arremetieron contra la población desprevenida. En el caso de San Félix, los manifestantes ni siquiera pudieron ocupar un paño de la carretera panamericana como era su intensión, ya que fueron reprimidos antes de ocupar la vía. Ha habido una represión desproporcionada de parte de los antimotines contra la población desprevenida, generando incidentes serios de violencia en la que han salido heridos y detenidos.
2. El pueblo ngobe, y cualquier otro pueblo o grupo social, tiene derecho a manifestarse, a ser escuchado y a que se le atiendan sus reclamaciones. Ante la confusión y manipulación de la información, es una actitud irresponsable y falta de respeto a los pueblos ngóbe, buglé y campesino y a los manifestantes, señalar que están pagados o que actúan por banderas políticas. En la manifestación había gente de todos los colores políticos y credos religiosos. Hay que reconocer que los ngóbes son protagonistas de sus luchas, están informados y tienen decisión sobre los proyectos que le afectan.
3. Apoyamos a los ngóbes en sus justas manifestaciones porque:
· Las minas a cielo abierto, en nuestro territorio biodiverso, NO ES un modelo de desarrollo que promueva una sana relación entre el ser humano con la creación de Dios. Los daños ambientales y sociales no se pueden comparar con las migajas y expectativas falsas que se prometen a la gente. La Iglesia Católica ha hablado claramente: “No toda inversión es deseable. Es el caso de la minería…” (Comunicado de la Conferencia Episcopal Panameña, 13/01/11)
· No hay mecanismos de verdadera participación que respete al pueblo ngóbe como protagonistas de su propio desarrollo. La falta de diálogo respetuoso, da como resultado la imposición por la violencia de un falso desarrollo. El pueblo ngóbe está informado de la realidad minera, no está de acuerdo con estos proyectos y no se le logra convencer de la bondad de estos proyectos.
4. Como iglesia católica y pastoral indígena de la Diócesis de David solicitamos a las autoridades competentes una investigación exhaustiva de los hechos ocurridos el 7 de febrero de 2011 y apoyamos la solicitud de los líderes de la Comarca Ngóbe-Buglé que piden retirar de la Asamblea el proyecto de Reforma al Código Minero, hasta que haya un verdadero diálogo y participación en este delicado tema. Reiteramos nuestro compromiso de acompañar al pueblo indígena en sus legítimas reclamaciones y participar en las manifestaciones pacíficas que convoque la dirigencia indígena en defensa de sus derechos, de su territorio y de sus vidas.
En el Centro Misional Jesús Obrero de Tolé, 8 de febrero de 2011
P. Carlos De la Cruz, Coordinador, y Equipos Misioneros Comarcales de la Diócesis de David.